Nubeteca, donde está el lector
La aparición del iPad en 2010, paradigma de los dispositivos móviles, supuso un impulso cualitativo sin antecedentes en la consolidación de una nueva manera de percibir, sentir, analizar y transmitir la realidad. Y en ello iba incluida una radical aproximación de naturaleza revolucionaria, instantánea, masiva y global a la información, el conocimiento, la cultura, la comunicación, la formación, el ocio y, por supuesto, la manera de leer. Y como corolario, la necesaria mutación de la noción de biblioteca.
La inserción de la experiencia digital en la vida cotidiana ha significado un tiempo nuevo para una lectura nueva. Para un lector nuevo. Para una biblioteca nueva. La era digital ha creado una sociedad más porosa, transparente, reticular, conectada, estructurada en vínculos indelebles, en la nube, en la que lo físico va decayendo en beneficio de lo etéreo, el acceso triunfa en perjuicio de la propiedad. La sociedad-red es una realidad y la biblioteca debe dar respuesta a las necesidades y exigencias de comunicación, información, formación y ocio que exigen los ciudadanos, cada vez más imbuidos en las rutinas digitales y las conexiones y relaciones que estas establecen.
Nubeteca pretende ser una respuesta y un modelo para unas bibliotecas públicas que viven la perplejidad de un cambio de época, unos lectores que priorizan los contenidos sobre los soportes y buscan afinidades y conversaciones —tanto físicas como en la red— con las que compartir vivencias y experiencias, a los que el medio digital les ha de ofrecer todas las prestaciones posibles para una experiencia de lectura confortable, comprensiva y crítica.
Nubeteca sitúa a la biblioteca en el núcleo de un sistema en el que las interacciones entre los diferentes actores que intervienen en la cadena que hace posible la lectura no revisten un carácter jerárquico sino horizontal, en el que lectores, bibliotecarios, autores, editores, libreros, distribuidores o tecnólogos convergen en un proyecto cuyo objetivo es el encuentro entre la cultura y los ciudadanos, en una trama donde el centro y la periferia sean lugares intercambiables, en el que la geografía no represente una barrera, la edad un problema y el tiempo una limitación. La ubicuidad, el ahorismo, la interacción y el acceso son potencialidades y exigencias que el lector digital tiene y que obliga a la biblioteca a dar una respuesta diferente satisfaciendo sus necesidades en un entorno dinámico y creativo. Es necesario conformar la Biblioteca Extramuros y acudir a donde está el lector.
+ información en: http://www.nubeteca.info